Descripción de la mentira de Antonio Gamoneda.
Algunos hablan de hermetismo en su poesía, una posición íntima. Misma posición en que el lector puede situarse y que es paradójica; la obra fue escrita en un contexto de liberación y apertura, una transición política.
Una memoria descarnada, dura y obsesiva que, de alguna forma, choca con otros estilos precedentes.
No hay un deliberado punto de partida para Gamoneda al comenzar a escribir Descripción de la mentira. De aquí florece una intuición poética, una capacidad de trabajar la memoria desde un estado inconsciente. Un estado de penumbra que también identifica el período de tiempo en el que se sitúa la obra.
Él mismo confiesa su “no objetivo” de escribir un poemario de la transición sino que, desde una necesidad, surge a la superficie lo contenido.
En poesía ese “no objetivo”, si se me permite decir, genera una encadenación de imágenes fantásticas que no nacen de una estructura lógica.
Gamoneda definió su libro como barroco, los siguientes los define como más llanos, para Gamoneda el tiempo pasa y modifica el lenguaje poético. Rompiendo una lanza a favor de este estilo barroco, diría que no es un estilo caótico y recargado, sino que el lector puede tomarlo como “leer” una pintura con muchos elementos, personajes, texturas, que, digeridas poco a poco, permiten tomar el universo en la medida en que se desee, al ritmo que cada cual necesite, centrándose en unas figuras o navegando superficialmente.
El autor dice facilitar la polisemia, posibilitar lecturas distintas a través de la eliminación de pistas y datos en cuanto a la localización temporal e histórica.
Gamoneda parte del silencio como precedente y componente del poemario donde equilibra, en la misma balanza, silencio y memoria.
Imaginad un viajero alto en su lucidez y que los caminos se deshiciesen delante de sus pasos y que las ciudades cambiasen de lugar: el extravío no está en él mas sí el furor y la inutilidad del viaje[...] Reconoced mi lentitud y el animal que sangra dentro de mi alma.
